Para muchos la música siempre es nuestra mejor compañía: en el tráfico, al hacer ejercicio, incluso para trabajar o estudiar. Dependiendo de nuestro estado de ánimo, así mismo serán las canciones que elegimos. En las celebraciones la música es uno de los elementos más importantes, usamos melodías alegres y rítmicas para amenizar el ambiente. Cuando estamos tristes o enojados también solemos recurrir a la música, pero en estos momentos nos decidimos por canciones con letras tristes o con tiempos más lentos. Esto suele ayudarnos con esos sentimientos negativos que tenemos en ese momento y nuestro estado de ánimo empieza a estabilizarse.
Existen diversos estudios y libros acerca de los efectos de la música sobre el cerebro, incluso, gracias a estos estudios la música se utiliza como terapia para enfermedades como el Alzheimer y el autismo, si bien es cierto no representa una cura, suele mejorar el estado de aquellos pacientes.
¿Pero qué es lo que nos hace sentir tan bien cuando nos adentramos en el mundo de la música? La Universidad de Florida público una infografía sobre la psicología de la música (En inglés). En esta infografía como en múltiple literatura, nos dice que al escuchar música son estimulados receptores en casi todas las áreas del cerebro, algo muy difícil de alcanzar al realizar otras actividades. El ritmo actúa sobre las cortezas frontal izquierda y parietal izquierda (integración visual, auditiva y somatosensorial con fin de guiar el comportamiento); el tono sobre la corteza prefrontal, cerebelo y lóbulo temporal (procesamiento y control socioemocional); la letra, actúa sobre las áreas de Broca y Wernicke (lenguaje). A pesar de mencionar estas partes y sus funciones de manera superficial, es suficiente para ver el maravilloso efecto que tiene la música de manera generalizada en diferentes partes del cerebro.
La estimulación de esos receptores en estas áreas del cerebro causa efectos positivos en nuestro cuerpo como reducir la ansiedad y el estrés, proporcionándonos un estado de relajación e incluso felicidad. Puede ser por todo esto que de manera inconsciente al sentir estos signos negativos buscamos de música, tal vez nuestro cuerpo pide aquella medicina que lo hace relajar. La música es terapia, es un refugio que está al alcance de casi todos, esta presente en casi todos los momentos de nuestra vida. Personalmente, soy de las que se encierra en la música en momentos de agobio, al pasar un par de horas, estoy como nueva. Y ustedes, ¿Comparten estas sensaciones con la música?
Tal vez algunas personas no sean melómanas, pero la sensación de bienestar que produce la música es único, a tal grado que puede dejar de hacernos sentir dolor. En lo personal, nunca salgo a la calle sin mis audífonos, y cuando los llego a olvidar, siento que algo no está bien.
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Así es, la música nos da esa sensación de bienestar. Llega un punto en que se vuelve rutinario, como dices si nos hace falta se siente la diferencia. Gracias por la visita. ¡Saludos!
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Yo soy muy melómano. Necesito música siempre. Incluso cuando estudiaba, me ponía música. Claro que una música que no me activara mucho, que no me provocaran ganas de irme de la habitación. Solía ponerme Post-Rock o Ambient. En mi blog escribo sobre mucha música e incluso tengo un podcast sobre Rock y Heavy Metal. Desde pequeño he sentido un placer por la música difícil de describir, siempre tengo necesidad de ella. Impregno esas canciones que me enamoran de buenos recuerdos, muchas de las canciones las asocio a etapas, años o momentos concretos y cuando las escucho, se me vienen a la mente esos buenos recuerdos.
Un abrazo.
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Me siento identificada con lo que dices, igual que tú estudiaba con música y lo de asociar música con etapas, creo que es algo que no muchos tienen el placer de entender 😉 Me paso por tu blog!
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¡Veo que también tienes Instagram! ¡Te sigo por allí también!
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