Los detalles en la simplicidad

Sentarse y contemplar el paisaje frente al mar. Las sonrisas de complicidad. Las miradas tímidas y hablar entre miradas. Los abrazos inesperados y apretados. Los amaneceres y las puestas de sol. Los cantos en el auto. Las conversaciones nocturnas. Los andares silenciosos. Las melodías a guitarra. Los momentos entre amigos. Esa charla como si el tiempo no hubiera pasado después de un largo tiempo sin ver a ese amigo. La cena a la mesa en familia.

Cantar a todo pulmón tu canción favorita en ese concierto. Manejar solo en compañía de la música. Leer un libro con tu mascota en tu regazo. La compañía aún cuando no te apetezca hablar. Los bailes discretos y serenos. Cuando sostienen tu mano en señal de todo estará bien. Ojear los álbumes de recuerdos. El calor de una taza en una noche fría. Recorrer a pie tu calle favorita. Las sábanas recién colocadas. Petricor. La luna en todas sus fases. Un mensaje especial luego de un día difícil. Un mensaje escrito a puño y letra. Y sentir la arena bajo tus pies. 

Y ti, ¿qué simplicidad te hace feliz? 

3 comentarios sobre “Los detalles en la simplicidad

  1. Una nube de verano. Subirme a un columpio. Escuchar música solo. Leer un poema mientras voy en el tren. Ver llover. Pisar hojas secas. Fotografiar una flor. Contar historias a mis hijas antes de dormir. Pintar con acuarelas. Ver una serie. Contemplar luces navideñas. Tomar café.

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